Directrices de inversión
Desde el inicio, hemos invertido su dinero basándonos en cinco principios que nos han demostrado su eficacia a lo largo de los años: diversificación, calidad, flexibilidad, solvencia y valor. Juntos forman el concepto que denominamos "Flossbach von Storch - Pentagramm", actuando como una "red de seguridad" para el capital que nos es confiado. De esta manera, disminuimos el riesgo de pérdidas patrimoniales permanentes y establecemos las bases para generar rendimientos adecuados a largo plazo.
Diversificación
El futuro no se puede predecir con exactitud. Por lo tanto, los activos deben estar sabiamente diversificados no solo entre las diferentes clases de activos, sino también dentro de cada una de las clases de activos.
Calidad
El valor intrínseco de una inversión depende de su calidad. En consecuencia, se debe examinar exhaustivamente el atractivo del potencial futuro de cada inversión.
Flexibilidad
La capacidad de maniobra es necesaria para evitar pérdidas y aprovechar las oportunidades que se presenten. Por ello, la mayor parte de un patrimonio se debe invertir en activos muy líquidos.
Solvencia
Un elevado endeudamiento hace que un activo sea susceptible de sufrir grandes pérdidas. Por lo tanto, solo se debe utilizar capital externo de forma bien dosificada.
Valor
Una calidad elevada no implica necesariamente rentabilidades atractivas. Por esto, el valor razonable de una inversión se debe comparar siempre con su precio.
Invertimos el dinero que nos han confiado nuestros clientes siguiendo estos cinco principios. Juntos forman el concepto que denominamos "Flossbach von Storch - Pentagramm", actuando como una "red de seguridad" para el capital que nos es confiado. El principal objetivo es preservar el valor de las inversiones que nos han confiado.