La inflación aún no ha desaparecido y ahora el mercado laboral también se está debilitando. Un reto difícil para la Reserva Federal estadounidense. Y luego está Donald Trump.
El BCE liquidará sus carteras de bonos de los programas «APP» y «PEPP». ¿Cuáles son las implicaciones para los mercados financieros y las finanzas públicas europeas?
La Reserva Federal de EE. UU. ha decidido mantener los tipos de interés sin cambios. Aunque parece insignificante, tiene un peso considerable en el sistema monetario global.
Los fenómenos bursátiles del pasado se utilizan en el análisis técnico para intentar prever el futuro. Pero ¿deberían los inversores preocuparse realmente?
La política caótica de Donald Trump está sacudiendo la economía mundial. Y solo hay perdedores, entre ellos también los propios Estados Unidos de América.
Si los inversores asumen más riesgos, deberían recibir una remuneración adecuada. ¿Sigue vigente esta regla en el mercado de bonos? Surgen dudas en ciertos segmentos.
Michael Illig comparte sus impresiones tras su viaje a EE.UU. y explica por qué, a pesar de las turbulencias arancelarias, las empresas estadounidenses de calidad siguen siendo fundamentales.
Donald Trump ataca al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. ¿Cuáles son las implicaciones de un segundo mandato presidencial para el hombre al frente del banco central de EE. UU.?
Conviene que el patrimonio esté bien repartido, es decir, que esté diversificado. ¿Quién no conoce este consejo? Pero ¿qué se esconde exactamente detrás de él?
Tras una reciente turbulencia, los mercados financieros se han estabilizado. Queda por ver si esta recuperación será sostenible, pero podrían surgir oportunidades en el mercado de bonos.
Diversificar reduce el riesgo y da tranquilidad. Los eventos recientes lo confirman, aunque sin garantías absolutas.
Los nuevos aranceles de EE. UU. agitan los mercados y reactivan el interés por la deuda pública como refugio. Analizamos la reacción de la renta fija ante las medidas de Trump.
Los demás países son injustos: esa es la queja habitual con la que el presidente de EE. UU., Donald Trump, respalda la alusión al déficit comercial estadounidense y la imposición de aranceles.
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