Se dice que el ataque es la mejor defensa. Donald Trump parece estar rara vez fuera del “modo ataque”. Para el presidente de Estados Unidos rige la ley del más fuerte. Tanto en casa, dentro de EE. UU., como en el resto del mundo.

Quienes lo sienten no son solo los responsables de gobierno de otros países, sino también, y en especial, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell.
Trump lo ha llamado un derrochador idiota que ya le habría costado muchísimo dinero a EE. UU. Porque, según él, no controla los gastos de la renovación de la sede de la Fed y, sobre todo, porque se niega a bajar de una vez por todas los tipos de interés.